Fernando es reciclador urbano del basural ubicado en la localidad bonaerense de Luján y relata cómo es el trabajo diario que realizan él y sus compañeros.
Con 29 años y dos hijos, Fernando lleva una vida bastante larga en La Quema como reciclador urbano. Desde hace varios años cuenta que subsiste gracias al esfuerzo que lleva a cabo en este lugar que, según él, “no aguanta más”. “Son todos los días diferentes acá. A veces se nos complica porque tenemos un montón de mugre. Tenemos que hacer magia ya”, describe Fernando.
Las montañas de desechos son cada vez más grandes y últimamente se observan distintos incendios con los que los trabajadores luchan de manera constante. A su vez, hay una tosquera que mide 27 metros de profundidad. Allí, las máquinas vuelcan la basura que es tapada con tierra y se va formando una especie de playa.
“Lo peor que me encontré fueron siempre animales muertos, mascotas. Después hay un montón de cosas peligrosas: jeringas que vienen en bolsas, chapas… todo ese tipo de cosas”, narra el trabajador.
Sostiene también que “lo más feo de ver es cuando un chico se corta o se lastima el dedo con vidrios”. En aquellos casos, en la entrada al basural cuentan con botiquín de primeros auxilios para que esas personas puedan seguir trabajando: “Les ponemos una venda y si tienen que seguir laburando, lo hacen. Antes se tapaban con un trapo y listo”, expone.
“Si no existiera el basural, no sé dónde estaría laburando. Por suerte acá tengo un trabajo bueno; estoy desde hace rato y en blanco”, manifiesta Fernando, quien a su vez apoya el nuevo proyecto que se está gestando desde la municipalidad para la construcción de una planta de tratamientos de residuos.
¿Cómo es un día en el basural?
Son todos los días diferentes acá, a veces se nos complica porque tenemos un montón de mugre. Tenemos que hacer magia ya.
¿Alguien alguna vez se cayó a la tosquera?
Una vez un hombre se cayó, no en la tosquera, pero se cayó en un pozo grande en el que había agua, era pleno invierno y en los bordes que van hacia la tosquera se pueden derrumbar, algo que pasó y unas personas lo encontraron de casualidad.
¿Qué fue lo peor que encontraste?
Lo peor que me encontré fueron siempre animales muertos, mascotas. Después hay un montón de cosas peligrosas: jeringas que vienen en bolsas, chapas, todo ese tipo de cosas. Llo más feo de ver es cuando un chico se corta o se lastima el dedo con vidrios. Ahora les ponemos una venda y si tienen que seguir laburando, lo hacen, pero antes se tapaban con un trapo y listo.
Si no fuera por el basural, ¿Qué estarías haciendo?
Si no existiera el basural, no sé dónde estaría laburando. Por suerte acá tengo un laburo bueno, estoy desde hace rato, y en blanco.
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